Este proyecto se entiende como “todo vale en una vitivinicultura racional” supone que el autor se alejará, de las reglamentaciones marcadas por las Denominaciones de Origen o Indicaciones Geográficas. La dirección técnica desde el campo a la bodega seguirá las directrices marcadas por el autor en base a como entienda e interprete el potencial de esa variedad buscada y en ese sitio determinado.
La intención final de esta forma de entender estas elaboraciones es la de despertar en el consumidor las emociones y sentimientos que nos transmiten los caracteres organolépticos de la propia uva desde el campo hasta la copa, por lo que la exigencia capital y propia del autor, es la de exclusivizar íntimamente cada uno de sus vinos, tipificándolo según el varietal, la zona o la forma de elaboración y crianza, garantizando al consumidor que desde sus inicios en el viñedo hasta su comercialización y comunicación, han sido llevado a cabo personalmente por él.
Es por ello, por lo que el propio autor ha determinado que los vinos elaborados serán exclusivos hasta tal punto que no se repetirá vinos de un año a otro. Cada vino debe ser como las personas, únicas e irrepetibles, por lo que se interpretará el vino de una forma totalmente diferente dependiendo del objetivo final. De igual forma y anualmente se irá añadiendo y suprimiendo, según el autor entienda, diferentes vinos según varietal y zona.
Por ello la filosofía de este proyecto es la de sorprender y fidelizar al consumidor con la forma en que cada año el autor entenderá los vinos que realice por las diferentes zonas seleccionadas. hablaremos de unas elaboraciones realmente limitadas en su cantidad, intentando por ello que el canal de comercialización sea lo más directo posible con el consumidor final a través de su venta directa o mediante distribuidores exclusivos, con la finalidad de no perder la personalidad del proyecto.