En los años 80, José Manuel Vizcarra Aguado fue uno de los pioneros en realizar plantaciones de viña cuándo todavía nadie apostaba por la zona de Ribera del Duero. En 1991, su hijo Juan Carlos Vizcarra sigue los pasos de su padre elaborando primero vinos jóvenes y posteriormente vinos de guarda.
Inmersas en el denominado “Corazón de la Ribera del Duero”, las 40 hectáreas de Tinto fino, en formación de vaso y espaldera, una hectárea de Merlot ,una hectárea y media de Garnacha, y plantaciones de otras variedades foráneas, son el pilar para conseguir siempre vinos con características propias.
Actualmente, Juan Carlos Vizcarra, enólogo de la bodega, investiga y elabora microvinificaciones de uvas procedentes de viejas parcelas.
En el año 2007, inauguramos las nuevas instalaciones en las que todo el proceso de elaboración y crianza (encubado, prensado, remontado y trasiegos) se realizan por gravedad, evitando la utilización de bombas, conseguimos una mayor concentración de aromas y los taninos que se extraen son mucho más elegantes.
Con este sistema respetamos al máximo nuestro producto final, unos vinos, que destacan por su elegancia y personalidad, debido a un minucioso trabajo en la viticultura, sensibilizada con el medio ambiente y a unos rendimientos muy bajos que hacen nuestros vinos más elegantes.